En el marco de exposiciones programadas para socializar y evaluar los avances de los proyectos ejecutados en el Programa Técnico Científico y Ambiental de la XXIV Expedición Antártica Ecuatoriana (verano austral 2019-2020), el doctor Gunther Reck y la máster Daniela Cajiao de la Universidad San Francisco de Quito presentaron vía zoom al personal de la Coordinación de General de Asuntos Antárticos del Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada, el proyecto continuativo: “Evaluación de la efectividad de las directrices de visita para la observación de pingüinos mediante el desarrollo de ejercicios experimentales y no experimentales en la isla Barrientos, Shetland del Sur”.
Los investigadores encargados de la iniciativa cuyo objetivo es “incrementar la comprensión sobre el impacto que sufren los pollos de pingüinos en sus primeras etapas de vida por la aproximación humana en sitios muy visitados utilizando ejercicios experimentales y no experimentales”, dieron a conocer la importancia de esta investigación, especialmente en la isla Barrientos, uno de los diez primeros sitios más visitados en la Antártida, donde Ecuador ya lleva trabajos desde el año 2007 en la línea de mejoras a las directrices de visitas turísticas establecidas por el Sistema del Tratado Antártico y en donde el país ha aportado positivamente aprovechando su experiencia en manejo de áreas protegidas como lo es en Galápagos.
Durante la exposición, se describió la metodología utilizada con la instalación de cámaras trampa en la zona previo al desembarque de turistas, el registro de niveles de voz y videos ante la mínima alteración en las crías de pingüino y el uso del programa BORIS como soporte a la investigación.
Adicionalmente, se propuso la necesidad de ejecutar las actividades de monitoreo específicamente en las primeras semanas de diciembre cuando los pollos de pingüino eclosionan encontrándose en el mayor grado de vulnerabilidad o riesgo de perecer por intromisión humana.
Por efectos de la pandemia y limitaciones de la actividad turística en la Antártida, el proyecto no se ejecutará en el verano austral del presente año postergándose para la Expedición XXVI (2021-2022) en la cual finalizará las labores de campo.